Hola a todos!! Hoy les dejo una entrada dulce para despedir el año de la forma más golosa posible, como a mí me gusta! Les cuento un poco la historia de las copitas... La cuestión es que donde las compré no daban datos sobre su tamaño, y me las imaginé pequeñas, como para pendientes o cuelgamóviles... Cuando llegó el paquete y las ví tan grandotas, casi me da algo, porque no era lo que me esperaba... "Y esto ahora, ¿pa' que lo uso?", me pregunté. Pues bien, con este proyecto he aprendido que todo termina sirviendo para algo. En un primer momento me planteé hacerlos como llaveros. Me gustaba mucho la idea, pero la deseché enseguida, porque resulta que la copa no se quedaba recta, sino cambada... No sé explicarlo mejor. La cuestión es que mi amiga Lucy me dio la clave: collares. Probé y... voilà! Aquí les dejo el resultado. Habrá más, porque tengo más copitas, aunque no las tengo hechas todavía.
Besosss!!
Que orginales¡¡
ResponderEliminar=) Gracias guapa!! =)
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